Cuantos deportistas llegan a ser profesionales
Cuando somos niños, todos soñamos con ser un fuera de serie en alguna profesión u oficio deslumbrante. Generalmente ese sueño va ligado a la industria del cine, de la moda, de la música o del deporte.
A continuación, me voy a centrar en hablar de la industria del deporte, que es la que conozco mejor.
El amor por el deporte suele empezar en el entorno familiar, nuestros padres, hermanos o tíos son los primeros que nos tramiten esa pasión. El fútbol suele ser el deporte más fácil para aficionarte, por diversos motivos:
- La gran cantidad de partidos que hay, son prácticamente a diario
- Los medios de comunicación tanto digitales, prensa escrita o TV, es lo que más fomentan.
- Es un deporte de masas, seguido por millones de personas
- Las instalaciones que hay en los colegios y polideportivos suelen ser en su mayor medida campos de fútbol, con lo cual es más fácil practicarlo.
Obviamente uno también se puede iniciar en más deportes, pero tiene que moverse más en general para poderlo practicar.
Quien llega a ser profesional del deporte?
Recuerdo cuando me fui a Barcelona a la escuela top Team de Sergi Bruguera. En ese momento aprendí lo que era la preparación y le sacrificio que había que hacer para conseguir una meta tan complicada. A día de hoy, me sorprende la cantidad de gente que entrenábamos y ninguno lo conseguimos.
El concepto de ser profesional del deporte, cuando no se tiene cultura deportiva, es muy difícil de entender, sobretodo para los padres. Muchas veces los padres quieren que sus hijos sean profesionales del deporte, para que realicen el sueño que ellos no consiguieron realizar. Cuando se da esa situación, los niños suelen presionarse mucho, llegando a un estado de estrés muy negativo para el hijo.
Las personas que tienen cierta cultura deportiva, suelen tener más noción de lo que se necesita para ser profesional del deporte y de la dificultad que ello conlleva.
El primer paso que se intenta seguir es aficionar de verdad al niño, sobrino etc, lo más pronto posible al deporte. Sobre esto existen muchas teorías. Hay personas que opinan que desde que nacen hay que ponerles una pelota de tenis, o de fútbol( según el deporte) en la cuna para que el niño la vea todos los días, e inconscientemente se vaya aficionando a ese deporte, para más adelante empezar a practicarlo lo antes posible.
Otras personas optan porque practiquen los máximos deportes y a partir de ahí ver cual se adapta mejor a sus aptitudes y actitudes.
Realmente no existe una ciencia exacta sobre cuál es el método más correcto, pero en lo que coincide todo el mundo, es que el niño es el que te tiene que pedir practicarlo y perseguirte hasta que consiga ese fin.
Ese paso, es fundamental para empezar a desarrollar un deporte y empezar poco a poco a entrenar más, para posteriormente iniciarse en la competición.
La fecha en que puede pasar esto, no es exacta y depende de cada uno. Generalmente los deportistas que llegan a ser profesionales, han empezado a competir entre los 5 y 10 años en un deporte,( bien sea al que se han dedicado o a otro deporte). Tomaremos como ejemplo al tenista Roberto Bautista Agut. Roberto estuvo simultaneando la práctica del tenis con el fútbol. A los 12 años decidió dejar el equipo infantil del Villarreal para dedicarse solo a competir en el tenis. Hoy en dái es el número 14 del mundo en el ranking ATP.
Conflicto padre e hijo, un escollo importante
Como he comentado antes, muchos padres o familiares, quieren que sus hijos sean Cristiano Ronaldo, Nadal, Pau Gasol etc. Esa situación conlleva a que al padre se le haga el signo del dólar en los ojos y no vea más allá.
Como se suele decir, visualiza el éxito sin saber si a su hijo le gusta ese deporte en concreto. Si aplicamos la teoría del 80/20 que viene a decir que el 20% suele ser el que empieza a ganar algo siendo profesional, nos damos cuenta que para ser el número uno tienes una probabilidad del 0,001% de ser Cristiano Ronaldo.
Esto varía según los deportes, pero si uno piensa en los millones de personas que intentan dedicarse al deporte en cualquiera de sus vertientes, te das cuenta de lo difícil que es.
Viendo este razonamiento, te das cuenta de la frustración que tienen los padres que desconocen la cultura deportiva, porque su hijo no ha llegado a ese objetivo.
Como evitar ese error
A un niño, hay que enseñarle ese deporte, sin pensar más allá de ese momento. El niño tiene que sentir atracción por la práctica de ese deporte y estimulación por competir. A partir de ahí poco a poco se abrirán o se cerrarán las puertas como todas las situaciones de la vida.
En un deporte individual es más fácil ver la valía del niño ya que depende únicamente de sí mismo. Es decir, estás tú solo contra los demás y no puedes pedir el cambio para que alguien juegue por ti.
En un deporte de equipo, dependes de un entrenador, de tus compañeros etc. Es más fácil esconderte y es más difícil ver el potencial. También influye los famosos enchufes, agentes, compromisos preestablecidos, que muchas veces es un obstaculo insalvable, sobretodo para los padres que no conocen el mundo del deporte.
A partir de los 16 años, es cuando se empieza a ver si el adolescente puede realmente ser profesional del deporte. Se empieza a valorar la técnica, el físico, currículum deportivo y es cuando las agencias deportivas, marcas de ropa etc, empiezan a apostar en serio por los deportistas.
Ese momento es muy importante y el entorno cobra un papel fundamental. La presión se empieza a notar en serio y es cuando por primera vez se puede empezar a vislumbrar el objetivo de ser profesional.
El entorno tiene que ser estricto y sobretodo hacerle ver al adolescente, que el objetivo aún no está conseguido y que ante todo mantenga los pies en el suelo.
Los entornos desestructurados pueden hacer mucho daño al adolescente y privarle de este sueño. Esta etapa es muy necesaria estabilizarla cuanto antes ya que puede tirar al traste todo el trabajo realizado.
Que pasa si no se consigue el objetivo
Hay muchos padres que si no eres Nadal o Cristiano Ronaldo, piensan que no vale la pena seguir en el deporte.
Eso demuestra un gran desconocimiento ya que el deporte a día de hoy abre muchas puertas para conseguir becas universitarias en USA por ejemplo. Gracias a ese tipo de becas los adolescentes pueden estudiar una carrera, aprender un idioma. Me sorprende, que con el alto nivel que hay en España en fútbol, muchos chavales no hayan explotado esta vía.
Con esto quiero decir, que se puede ser muy bueno jugando a un deporte, sin llegar a ser profesional. El deporte aparte de ser muy bueno para la salud, puede abrir muchas puertas a nivel empresarial.
No es casualidad, que cada vez más empresas contraten a gente vinculada al deporte para impartir charlas sobre gestión de equipos etc.
Tampoco hay que olvidar que la mayoría de entrenadores deportivos no han sido grandes jugadores profesionales. Tony Nadal y Jose Mourinho son un gran ejemplo.
La veintena
Si hay una etapa bonita es la veintena. Si eres de los poquitos afortunados que has llegado a ser profesional, con tus contratos deportivos, estas de enhorabuena. Has cumplido el objetivo.
Y ahora que.
Esta es la pregunta que se hacen los que lo han conseguido. Qué grado de profesionalidad quiero tener? Me conformo solo con esto?
Ahora quiero ser el número uno, o perderme con la fama que he empezado a adquirir? No hay que olvidar, que no hace falta ser el número uno para ser famoso.
Para mí esta es realmente la etapa más dura de un profesional del deporte. La consagración y el mantenimiento.
Ahora cuando pierdas la gente te va a decir que eres muy malo, que no te cuidas nada, eres un borracho etc.
Las estadísticas dicen, que el no saber mantenerte suele hacer mucho más daño que no conseguir ser profesional.
Es el momento de volver a hacer otro planteamiento con tu entorno…. para seguir con esa aventura profesional… esto no ha hecho más que empezar.